El valor del trabajo multidisciplinario en la ciencia

Columna de opinión por Patricia Tissera.

En el vasto universo del conocimiento, una de las características más destacadas y admirables es la capacidad para colaborar y combinar habilidades de diversas disciplinas. Este tipo de contribución no solo enriquece nuestro entendimiento del mundo que nos rodea, sino que también impulsa avances significativos en la investigación y el desarrollo científico.

La multidisciplinariedad, como concepto, se refiere a la colaboración y la integración de diferentes áreas y/o metodologías en la investigación y el trabajo científico. A menudo, los límites entre las diferentes disciplinas pueden parecer rígidos y definidos, pero en realidad, el mundo natural no se adhiere a tales divisiones. A lo largo de la experiencia, he visualizado y experimentado cómo la astrofísica puede entrelazarse con conceptos de la química, la física y la programación, creando así un enfoque integral que ha revolucionado nuestra comprensión del cosmos.

La astrofísica tradicionalmente se enfoca en observar y comprender fenómenos astronómicos a través de telescopios y análisis matemáticos. Sin embargo, se ha podido llevar esto un paso más allá, al combinar la astronomía con la física y la informática para dar lugar a complejos modelos numéricos que pueden ser evolucionados en grandes computadores, generando simulaciones de nuestro universo. Estos modelos incluyen también procesos químicos que permiten simular la formación de elementos, como oxígeno, magnesio y hierro, en los interiores de las estrellas. Esta hazaña multidisciplinaria no solo ha desbloqueado nuevos misterios cósmicos, sino que también ha allanado el camino para futuros avances en la astrofísica.

La química desempeña un papel crucial en la formación y la evolución de las galaxias, ya que las estrellas y los elementos químicos son los bloques de construcción básicos del universo y de la vida cómo la conocemos. Comprender la importancia de integrar el conocimiento químico en la astrofísica, ha arrojado luz sobre cómo se forman y evolucionan las galaxias a lo largo del tiempo. A su vez, la programación se ha convertido en una herramienta esencial para la investigación científica en la era moderna. La capacidad de crear modelos computacionales sofisticados y ejecutar simulaciones precisas ha acelerado enormemente el ritmo de descubrimiento en una amplia gama de investigaciones. 

La multidisciplinariedad no solo es valiosa en el ámbito de la investigación científica, sino que también tiene aplicaciones en la vida cotidiana. La resolución de problemas en el mundo real a menudo involucra la integración de conocimientos de diferentes áreas, ya sea en la medicina, la ingeniería, la economía o la política. La capacidad de colaborar y adaptarse a través de las fronteras disciplinarias es una habilidad esencial en la sociedad actual.