El calentamiento global está afectando drásticamente a las especies de mamíferos hibernantes en diferentes regiones del mundo. Con un incremento en la temperatura media de invierno, se proyecta la interrupción de la hibernación y su consecuente peligro para la supervivencia de estas especies.
Actualmente, existen alrededor de 300 especies de mamíferos que experimentan una «depresión metabólica» o «sopor» durante los meses fríos del año, un estado conocido como hibernación. Durante este periodo, su metabolismo disminuye drásticamente, su respiración se vuelve prácticamente imperceptible, y sus corazones laten a un ritmo sumamente lento. Entre estas especies se encuentran desde pequeños murciélagos hasta grandes osos pardos, pasando por marsupiales, roedores, primates y monotremas. Este fenómeno les permite ahorrar más del 90% de la energía que gastarían en mantenerse calientes, lo que representa una poderosa adaptación para sobrevivir en la estación fría.
Sin embargo, el calentamiento global ha provocado cambios significativos en los patrones climáticos y el medio ambiente, afectando la capacidad de estas especies para entrar en hibernación y sobrevivir durante el invierno. Especialmente en regiones templadas y árticas, se proyecta un aumento en la temperatura media de invierno superior a 2°C en los próximos 20 años. Este cambio podría desencadenar la interrupción de la hibernación y llevar a un incremento exponencial en el gasto de energía, dejando a los animales sin alimento disponible para sobrevivir en condiciones adversas.
Para comprender cómo esto afectaría a un mamífero hibernante que no puede migrar, los investigadores del Núcleo Milenio LiLi han estudiado al monito del monte (Dromiciops gliroides y D. bozinovici), el único hibernante sudamericano conocido hasta ahora. Estos pequeños marsupiales, representantes vivos de una fauna extinta de marsupiales Gondwanicos, son claves para el ecosistema del bosque, ya que contribuyen a la dispersión de diversas plantas endémicas.
Mediante un modelo de proyección adaptado, se evaluó la sobrevivencia predicha en diferentes escenarios de calentamiento global para los próximos 25-80 años. Para Roberto Nespolo, Director del Núcleo Milenio LiLi, los resultados sugieren que las poblaciones costeras de D. bozinovici en la Región de la Araucanía probablemente se extinguirán, debido al cambio de uso de suelo y la destrucción del bosque templado lluvioso en esas zonas. “La esperanza para el monito del monte se encuentra en la Patagonia, específicamente hacia el sur, donde se proyecta un incremento en la sobrevivencia debido a las condiciones más favorables”, comenta Nespolo.
Aunque los límites conocidos de distribución de Dromiciops gliroides se sitúan en la provincia de Palena en la Región de Los Lagos, recientes reportes y prospecciones fotográficas han sugerido la presencia de estos animales en la Región de los Ríos, cerca de Las Juntas. Esto sugiere que la Patagonia podría convertirse en un refugio para el monito del monte, siendo una reserva de endemismo que debe estudiarse y protegerse para garantizar la supervivencia de esta especie única en Sudamérica.